Skincare School: Microagujas Disolvibles

Las microagujas que se disuelven son una tecnología relativamente nueva. Antes habían sido utilizadas como sistemas para entrega de vacunas, hormonas de crecimiento e insulina. La primera marca en registrar esta tecnología para el cuidado de la piel fue Vice Reversa, en unos parches anti-edad y otros anti-acné. Dichas agujas vienen en parches hidrocoloides con una placa soluble en agua cubierta de microagujas.

 

Las microagujas son las mismas que podemos encontrar en dermarollers y dermastamps. Ayudan a llevar ingredientes activos a las capas inferiores de la piel porque crean túneles que pasan el stratum corneum, o la barrera de humedad de la piel. Según la longitud de la aguja es la penetración del ingrediente activo. Para uso en casa se recomienda utilizar agujas que lleguen a capas más superficiales de la piel para evitar dañarla.

 

Mientras que las agujas de un dermaroller son de acero inoxidable, las microagujas disolvibles que encuentras en los parches miden un tercio de lo que mide un cabello y se disuelven adentro de tu piel en aproximadamente dos horas, disminuyendo importantemente su potencial de irritación y descartando la necesidad de esterilizar la aguja con cada uso. Estudios han encontrado que ciertos ingredientes funcionan mejor siendo transferidos por microagujas que por una esencia por si misma: melatonina, arbutina, niacinamida, ácido tranexmáico, ácido hialurónico, adenosina, ácido ascórbico, retinyl retinoato y Tretinoina.

 

Cuando se utiliza uno de estos parches es importante que no tenga contacto con el agua para no disolver las microagujas antes de aplicarlo. En cara limpia y seca (¡y con manos secas también!) se aplica el parche sobre el área a tratar con cuidado de no romper las microagujas, luego el parche se presiona en su lugar sin frotarlo para evitar fricciones y se deja puesto toda la noche.

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