Bien dice el dicho: “Eres lo que comes”. En el caso de la belleza y el cuidado de la piel, hay que limitar el consumo de ciertos alimentos para prevenir el envejecimiento prematuro.
Alcohol: Cada vez que tomas una bebida alcohólica estás alimentando tu cuerpo con calorías sin ningún aporte calórico y que además deshidratan tu cuerpo. El alcohol, como el azúcar, interrumpe el balance hormonal. Además, estresa tu hígado, un órgano importante para una complexión luminosa. También afecta el flujo de la sangre hacia la piel, dejando una complexión grisácea y/o enrojecida, causada por vasos capilares rotos.
Cafeína: Temporalmente, un café te puede animar, pero también produce cortisol (la hormona atribuída al estrés), la cual contribuye a la creación de arrugas y una acumulación de grasa en el abdomen y vísceras. La cafeína estresa las glándulas suprarrenales e hígado y es acídico para el pH del cuerpo. Consumir cafeína también puede evitar que tengas un sueño profundo y reparador.
Alimentos enlatados con Bisophenol A: Este producto químico encontrado en el recubrimiento de casi todos los alimentos enlatados ha demostrado un vínculo con el cáncer de mama, depresión y obesidad infantil. El BPA también imita al estrógeno en tu cuerpo, irrumpiendo el balance hormonal natural, el cual es esencial para todo; desde la reproducción, hasta el tener una piel libre de acné y arrugas.
Lácteos: Los productos lácteos no orgánicos contienen antibióticos y hormonas añadidas que incrementan la insulina del cuerpo y desencadenan el acné. El consumo de leche en particular, puede causar un incremento del 10% al 20% en una hormona clave para la producción de aceite (y acné) en el cuerpo de adultos.
Los lácteos, ya sean orgánicos o convencionales, también son uno de los alérgenos más comunes. La caseína y lactosa, ambos componentes de los lácteos, pueden causar inflamación, gases y problemas digestivos que previenen al cuerpo de asimilar los nutrientes de otros alimentos consumidos.
Alimentos fritos: Los alimentos fritos son altos en grasas trans. Los aceites que han sido expuestos a temperaturas altas, como en el caso del freído, son fuentes altas en radicales libres, que causan arrugas, inflamación, manchas de la edad y otros problemas para la salud y belleza. Las grasas trans están ligadas a la obesidad, inflamación, niveles altos de colesterol en la sangre, enfermedades cardiovasculares y desequilibrios hormonales en el cuerpo
Gluten: Aun sin tener enfermedad celíaca, puedes ser altamente sensible al gluten, una proteína encontrada en muchos granos como el trigo, centeno y la cebada. La sensibilidad al gluten es difícil de diagnosticar, aun con análisis de sangre, así que muchas veces sufrimos de sus efectos sin saberlo: inflamación que acelera el envejecimiento celular y aumento de peso, una digestión comprometida o poco efectiva de nutrientes esenciales y una respuesta inmunológica no ideal. Si tienes problemas de piel persistentes o una digestión pesada, puedes considerar tu relación con el gluten. La sensibilidad hacia el gluten también puede ser manifestada en dolores de cabeza, fatiga, enrojecimiento y envejecimiento prematuro de la piel.
Alimentos asados: Entre más quemes y cocines la comida, retendrá menos nutrientes y formará más productos finales de glicación avanzada (AGES), causantes de arrugas, en tu cuerpo. Los AGES también aceleran los signos de la edad como manchas y flacidez en la piel, además de incrementar la inflamación y ganancia de peso. Las carnes cocidas de más son especialmente perjudiciales, pero las verduras también sueltan AGES cuando son expuestas a altas temperaturas. Intenta cocinar al vapor, en un sartén con agua o consomé, o hervir tu comida rápidamente para evitar la formación de AGES. No tienes que jurar apagar el asador por el resto de tu vida, sino intentar comer más comida fresca y cruda en otras comidas.
Carnes: Una gran parte de la carne que es consumida ahora, incluyendo los “productos cárnicos”, vienen de animales alimentados con una dieta repleta de antibióticos, hormonas y más ingredientes no aptos para la salud de la piel. La mayoría de las carnes convencionales que encuentras en el supermercado causan inflamación por su abundancia en ácidos grasos omega-6 y falta de omega-3s.
TIP: Quieres comer lo opuesto para tener una piel brillante.
Comer productos cárnicos en cada comida, o incluso varias veces por semana, también elimina oportunidades de consumir fuentes de proteína más “embellecedoras”. Si eliges consumir proteína animal, una mejor opción es la carne libre de hormonas, alimentada de pasto y en moderación – o pescado salvaje con bajos niveles de mercurio. Algunos tipos de pescado son altos en omega-3 por lo que son alimentos que favorecen una piel saludable. Evita la carne roja o el pollo y mejor consume otras fuentes de proteína como pescado, alga spirulina, huevo de libre pastoreo, quinoa o lentejas.
Frutas y verduras con pesticidas: A menos de que compres frutas y verduras orgánicas, es posible que estés expuesto a residuos de pesticidas que incrementan la cantidad de radicales libres en tu cuerpo e interfieren con procesos de defensa y reparación de la piel. Intenta consumir orgánico en la medida posible.
Alimentos procesados: Los alimentos procesados duran semanas, meses o años en los anaqueles. Contienen conservadores, aditivos, colorantes sintéticos y saborizantes artificiales. Los ingredientes procesados desencadenan la inflamación y llenan tu cuerpo de radicales libres. Muchos alimentos procesados como galletas, cereales, frituras y dulces, tienen un alto índice glicémico que causan niveles altos de azúcar en la sangre, el cual contribuye al acné, arrugas y desequilibrios hormonales. Al elegir alimentos frescos en lugar de sus contrapartes procesadas, estamos permitiendo a los órganos repararse y rejuvenecerse.
Refrescos: Una lata de refresco es altamente acídica y contiene casi 10 cucharaditas de azúcar refinado, lo que es una gran carga en el cuerpo. El refresco de dieta no es mejor ya que contiene edulcorantes artificiales que provocan un metabolismo lento. Niveles altos de fosfatos en los refrescos han sido ligados al envejecimiento prematuro, incluyendo la atrofia de la piel (piel delgada y arrugada), descomposición del esmalte dental y osteoporosis. El color caramelo es una fuente directa de formación de AGES, un proceso envejecedor.
Azúcar: El azúcar contribuye directamente a la formación de arrugas, manchas de la edad, acné, piel con falta de luminosidad, causa formación de AGES en la piel, el cual deshace el colágeno en la piel, tejido conectivo y sistema vascular. También es altamente adictivo, ácido e inflamatorio para el cuerpo. El azúcar se roba nutrientes e hidratación de la piel; reprime tu sistema inmune, volviéndote más propenso a enfermedades. Además, alimenta a las bacterias malas y limita la producción de hormonas anti edad en tu cuerpo.
Otra razón para limitar alimentos con azúcar añadida es que el consumo de azúcar bloquea a tu cerebro de señalar la saciedad, lo cual causa sobrepeso. Cuando tu cuerpo utiliza su energía para quemar las calorías del azúcar, deja las calorías de la grasa para después. Los edulcorantes artificiales pueden causar retención de agua, inflamación, indigestión, dolores de cabeza, antojos y ganancia de peso.